Noviembre 21, 2019.
"Lo que necesitamos no son protestas irracionales, sino construir una conversación racional para acordar medidas efectivas. "
Por muchos años, la tierra ha soportado fluctuaciones abruptas de los gases de efecto invernadero y las temperaturas globales pero está diseñada para aguantar estos cambios. Sin embargo, durante el siglo pasado las actividades de los humanos en busca de mejoras en la calidad de vida han aumentado los niveles de carbono y otros gases de efecto invernadero, empujando a la tierra más allá de su límite.
Varios movimientos sociales que reclaman responsabilidad climática han estallado en la conciencia pública y están preocupados por la capacidad de la tierra para mitigar sus heridas. Recientemente, las protestas de la Extinction Rebellion (XR) en Londres, París y Berlín han congregado a millones de personas e instigado un debate mundial con algunos grupos apoyándolos y otros totalmente en contra de sus actos. De tal manera, el alarmismo climático se ha intensificado en todos los países desarrollados del Occidente. Algunos adolescentes incluso afirman que no tendrán hijos debido a la incertidumbre de su futuro. El hecho que no quieran tener hijos demuestra que ellos mismos no están convencidos de que pueden ‘salvar a la tierra’ y comprueba que su movimiento es un berrinche efímero con sabor a derrota desde el principio.
"Varios movimientos sociales que reclaman responsabilidad climática han estallado en la conciencia pública y están preocupados por la capacidad de la tierra para mitigar sus heridas."
La pregunta principal que deberíamos plantear no es cuánto tiempo nos queda, ya que nadie sabe eso con certeza, sino qué estamos haciendo y qué podemos hacer para mitigar los daños en el ambiente. Unas protestas insensatas no le hacen bien a nadie y motivan el juego de la culpa, en vez de concentrarse en buscar soluciones concretas.
Fuente: Freepick
El cambio climático ha sido un problema urgente durante los últimos 60 años. Sin embargo, a pesar de que existen varios estudios que demuestran que la tierra se está calentando más, no existe un consenso científico que concluya el fin del mundo en este siglo. En los años setentas, varios estudios predicaban el fin del mundo en el año 2000 y a pesar de ello, seguimos aquí. No estoy diciendo que el cambio climático es un mito, pues evidentemente no lo es. Busco ver el cambio climático bajo una luz más crítica. Si bien este tema es un asunto global importante, los movimientos actuales son ineficaces tanto para proporcionar soluciones como para ganarse la empatía del público. Al exigir urgencia y esparcir pánico en los jóvenes, estos movimientos no sólo están alienando a grupos menos extremistas pero también a las generaciones del presente que tienen necesidades distintas a las que podrían tener las del futuro.
Las medidas que la XR adopta para abordar el problema a través de actos de desobediencia civil empeoran la percepción del público hacia los movimientos ambientales. Una encuesta reciente realizada por The Times demostró que el 76% de sus lectores percibían las protestas como injustificadas. Otra encuesta de YouGov observó que el 52% de adultos británicos se oponen firmemente a ellas, dejando claro que los métodos que usa la XR no son los correctos para combatir este problema.
Fuente: Público
Yo vivo y estudio en Londres y les puedo comentar que dichas protestas paralizaron la ciudad. Los protestantes bloquearon pistas y empeoraron el tráfico para que los carros contaminen más. Algunos interrumpieron los sistemas de transporte público, impidiendo que cientos de personas lleguen a tiempo a sus trabajos. Sin duda el acto más inútil lo llevaron a cabo unos protestantes que rociaron con sangre falsa el edificio de la Tesorería Inglesa y provocaron que varios empleados públicos de limpieza tengan que arreglar su desastre, en vez de trabajar para que Londres esté más limpio. El cambio climático es un problema serio, sin duda, ¿pero a las 7 de la mañana un jueves cuando estoy tratando de llegar a mis clases de la universidad? No se pasen.
En cambio, las protestas deberían llevarse a cabo de tal manera que minimicen la interrupción de la vida pública. Por ejemplo, el año pasado los conductores de autobuses japoneses de Ryobi Bus Company protestaron en contra de la privatización de los servicios de autobuses. En lugar de interrumpir el transporte público al marchar y no trabajar, simplemente se negaron a cobrar tarifas. Esto no sólo causó que la compañía pierda sus ganancias como los conductores querían, sino que también obtuvieron el apoyo genuino del público japonés. Lo que necesitamos no son protestas irracionales, sino construir una conversación racional para acordar medidas efectivas.
"Lo que necesitamos no son protestas irracionales, sino construir una conversación racional para acordar medidas efectivas. "
La XR debería desarrollar y promover medidas efectivas para mitigar los efectos negativos del cambio climático, como lo han emprendido otros países. Por ejemplo, en vez de reducir el uso de las cañitas de plástico (las cuales, a propósito, contaminan mucho menos que las cañitas de papel ya que requieren menos energía para producir), podemos imitar el sistema de reciclaje de Corea del Sur. Acciones proactivas y eficientes como empezar a reciclar en el hogar, cuidar el uso del agua y el de la luz son los primeros pasos para cuidar el medio ambiente. También podemos participar en proyectos más grandes como el Clean Beach Initiative que trabaja en ciudades costales y reúne a varias personas para limpiar las playas contaminadas. Si los medios reportaran más las actividades como éstas y la XR las promoviera, probablemente tendría una perspectiva distinta sobre ellos. Al dar a conocer posibles soluciones, de manera que no ridiculicen el movimiento, la XR puede inspirar a varias personas a tomar medidas en el hogar y motivar una respuesta política. Por más convincente que parezcan las protestas, hasta el momento el movimiento XR sólo ha logrado enmascarar su mensaje como un berrinche político.
Fuente: France 24
Además, la XR debería alentar la internacionalización del cambio climático y dirigirse a los países no occidentales también, incluyendo aquellos que niegan su contribución al problema. Países como China, India y Brasil que permanecen distantes del debate climático deberán cooperar con Estados Unidos y la Unión Europea que han disminuido sus emisiones drásticamente en los últimos años. Esto también implicaría más restricciones a las multinacionales, ya que sus negocios contaminan los países en desarrollo y los dejan con una carga económica y social enorme que no están preparados para enfrentar solos. El ‘juego de la culpa’ inmaduro y el ‘yo no fui, fue él’ que adoptan varios grupos sólo han conseguido polarizar el problema y crear más brechas en un mundo que ya está dividido. En lugar de caracterizar el diálogo del cambio climático como una cuestión que enfrenta el Este contra el Oeste, deberíamos reconocer esto como un problema donde todos somos igual de responsables.
"El ‘juego de la culpa’ inmaduro y el ‘yo no fui, fue él’ que adoptan varios grupos sólo han conseguido polarizar el problema y crear más brechas en un mundo que ya está dividido."
Para concluir, el movimiento XR tiene un deseo fundamental: establecer el cambio climático como un problema acuciante. Sin embargo, sus acciones y su incapacidad para proponer soluciones válidas han oscurecido el verdadero significado de la protesta. ¿Nos estamos perdiendo en la locura de las protestas e ignorando el mensaje principal, o nos demuestra esto que ya se extinguió una rebelión efímera?
Por muchos años, la tierra ha soportado fluctuaciones abruptas de los gases de efecto invernadero y las temperaturas globales pero está diseñada para aguantar estos cambios. Sin embargo, durante el siglo pasado las actividades de los humanos en busca de mejoras en la calidad de vida han aumentado los niveles de carbono y otros gases de efecto invernadero, empujando a la tierra más allá de su límite.
Varios movimientos sociales que reclaman responsabilidad climática han estallado en la conciencia pública y están preocupados por la capacidad de la tierra para mitigar sus heridas. Recientemente, las protestas de la Extinction Rebellion (XR) en Londres, París y Berlín han congregado a millones de personas e instigado un debate mundial con algunos grupos apoyándolos y otros totalmente en contra de sus actos. De tal manera, el alarmismo climático se ha intensificado en todos los países desarrollados del Occidente. Algunos adolescentes incluso afirman que no tendrán hijos debido a la incertidumbre de su futuro. El hecho que no quieran tener hijos demuestra que ellos mismos no están convencidos de que pueden ‘salvar a la tierra’ y comprueba que su movimiento es un berrinche efímero con sabor a derrota desde el principio.
"Varios movimientos sociales que reclaman responsabilidad climática han estallado en la conciencia pública y están preocupados por la capacidad de la tierra para mitigar sus heridas."
La pregunta principal que deberíamos plantear no es cuánto tiempo nos queda, ya que nadie sabe eso con certeza, sino qué estamos haciendo y qué podemos hacer para mitigar los daños en el ambiente. Unas protestas insensatas no le hacen bien a nadie y motivan el juego de la culpa, en vez de concentrarse en buscar soluciones concretas.
Fuente: Freepick
El cambio climático ha sido un problema urgente durante los últimos 60 años. Sin embargo, a pesar de que existen varios estudios que demuestran que la tierra se está calentando más, no existe un consenso científico que concluya el fin del mundo en este siglo. En los años setentas, varios estudios predicaban el fin del mundo en el año 2000 y a pesar de ello, seguimos aquí. No estoy diciendo que el cambio climático es un mito, pues evidentemente no lo es. Busco ver el cambio climático bajo una luz más crítica. Si bien este tema es un asunto global importante, los movimientos actuales son ineficaces tanto para proporcionar soluciones como para ganarse la empatía del público. Al exigir urgencia y esparcir pánico en los jóvenes, estos movimientos no sólo están alienando a grupos menos extremistas pero también a las generaciones del presente que tienen necesidades distintas a las que podrían tener las del futuro.
Las medidas que la XR adopta para abordar el problema a través de actos de desobediencia civil empeoran la percepción del público hacia los movimientos ambientales. Una encuesta reciente realizada por The Times demostró que el 76% de sus lectores percibían las protestas como injustificadas. Otra encuesta de YouGov observó que el 52% de adultos británicos se oponen firmemente a ellas, dejando claro que los métodos que usa la XR no son los correctos para combatir este problema.
Fuente: Público
Yo vivo y estudio en Londres y les puedo comentar que dichas protestas paralizaron la ciudad. Los protestantes bloquearon pistas y empeoraron el tráfico para que los carros contaminen más. Algunos interrumpieron los sistemas de transporte público, impidiendo que cientos de personas lleguen a tiempo a sus trabajos. Sin duda el acto más inútil lo llevaron a cabo unos protestantes que rociaron con sangre falsa el edificio de la Tesorería Inglesa y provocaron que varios empleados públicos de limpieza tengan que arreglar su desastre, en vez de trabajar para que Londres esté más limpio. El cambio climático es un problema serio, sin duda, ¿pero a las 7 de la mañana un jueves cuando estoy tratando de llegar a mis clases de la universidad? No se pasen.
En cambio, las protestas deberían llevarse a cabo de tal manera que minimicen la interrupción de la vida pública. Por ejemplo, el año pasado los conductores de autobuses japoneses de Ryobi Bus Company protestaron en contra de la privatización de los servicios de autobuses. En lugar de interrumpir el transporte público al marchar y no trabajar, simplemente se negaron a cobrar tarifas. Esto no sólo causó que la compañía pierda sus ganancias como los conductores querían, sino que también obtuvieron el apoyo genuino del público japonés. Lo que necesitamos no son protestas irracionales, sino construir una conversación racional para acordar medidas efectivas.
"Lo que necesitamos no son protestas irracionales, sino construir una conversación racional para acordar medidas efectivas. "
La XR debería desarrollar y promover medidas efectivas para mitigar los efectos negativos del cambio climático, como lo han emprendido otros países. Por ejemplo, en vez de reducir el uso de las cañitas de plástico (las cuales, a propósito, contaminan mucho menos que las cañitas de papel ya que requieren menos energía para producir), podemos imitar el sistema de reciclaje de Corea del Sur. Acciones proactivas y eficientes como empezar a reciclar en el hogar, cuidar el uso del agua y el de la luz son los primeros pasos para cuidar el medio ambiente. También podemos participar en proyectos más grandes como el Clean Beach Initiative que trabaja en ciudades costales y reúne a varias personas para limpiar las playas contaminadas. Si los medios reportaran más las actividades como éstas y la XR las promoviera, probablemente tendría una perspectiva distinta sobre ellos. Al dar a conocer posibles soluciones, de manera que no ridiculicen el movimiento, la XR puede inspirar a varias personas a tomar medidas en el hogar y motivar una respuesta política. Por más convincente que parezcan las protestas, hasta el momento el movimiento XR sólo ha logrado enmascarar su mensaje como un berrinche político.
Fuente: France 24
Además, la XR debería alentar la internacionalización del cambio climático y dirigirse a los países no occidentales también, incluyendo aquellos que niegan su contribución al problema. Países como China, India y Brasil que permanecen distantes del debate climático deberán cooperar con Estados Unidos y la Unión Europea que han disminuido sus emisiones drásticamente en los últimos años. Esto también implicaría más restricciones a las multinacionales, ya que sus negocios contaminan los países en desarrollo y los dejan con una carga económica y social enorme que no están preparados para enfrentar solos. El ‘juego de la culpa’ inmaduro y el ‘yo no fui, fue él’ que adoptan varios grupos sólo han conseguido polarizar el problema y crear más brechas en un mundo que ya está dividido. En lugar de caracterizar el diálogo del cambio climático como una cuestión que enfrenta el Este contra el Oeste, deberíamos reconocer esto como un problema donde todos somos igual de responsables.
"El ‘juego de la culpa’ inmaduro y el ‘yo no fui, fue él’ que adoptan varios grupos sólo han conseguido polarizar el problema y crear más brechas en un mundo que ya está dividido."
Para concluir, el movimiento XR tiene un deseo fundamental: establecer el cambio climático como un problema acuciante. Sin embargo, sus acciones y su incapacidad para proponer soluciones válidas han oscurecido el verdadero significado de la protesta. ¿Nos estamos perdiendo en la locura de las protestas e ignorando el mensaje principal, o nos demuestra esto que ya se extinguió una rebelión efímera?
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