La educación del futuro

Una mirada a la educación finlandesa


Julio 24, 2019.

Por Imanol Castrellón, Asociado de investigación

"El futuro de la educación del Perú no radica únicamente dentro del aula escolar o en replicar modelos exitosos, sino también en construir una cultura enfocada en el desarrollo integral de nuestros jóvenes."

El futuro de la educación del Perú no radica únicamente dentro del aula escolar o en replicar modelos exitosos, sino también en construir una cultura enfocada en el desarrollo integral de nuestros jóvenes.


Si bien modelos educativos como el finlandés o el singapurense (líderes en el ranking PISA) demuestran que la valorización del Maestro, un buen sueldo y constante capacitación son clave para mejorar la educación, el salto que debe dar el Perú para lograr estos niveles requiere que se logren muchas cosas más que trascienden el ámbito del aula escolar.  


La respuesta va más allá de la enseñanza en las aulas y radica en aspectos socioculturales que se han enraizado tanto en el ámbito privado como en el espacio público. ¿A qué me refiero? 


Tomemos como ejemplo la educación en Finlandia, considerada una de las mejores del mundo por muchos años consecutivos. En mi experiencia la educación en este país funciona porque todo lo demás también funciona. Es decir, la puntualidad de su transporte público, la enseñanza en casa por los padres y una buena nutrición y salud integral desde pequeños juega un rol fundamental en la educación de los niños.


Fuente: El Confidencial

Imaginemos un chico que se levanta en las mañanas, tiende su cama, prepara el desayuno para él y su familia, y se va al colegio a tiempo. No pierde tiempo en el tráfico, estudia y le dan almuerzo en su institución educativa; en la noche opta por ir al gimnasio, salir con sus amigos y finalmente regresa a su casa. Es una vida completa y no existe peligro alguno que afecte su bienestar, y por ende su capacidad de educarse .


En Finlandia los niños pueden desarrollar todo su potencial ya que el hambre y la desnutrición infantil no existen. En cambio, en Perú, si bien se han hecho excelentes esfuerzos para reducir la desnutrición, aún mantenemos niveles de 12.9% (ENDES, 2017). La nutrición va de la mano con el desempeño y rendimiento de los jóvenes en la escuela. Dicen que barriga llena es un corazón contento, pues en el caso de la educación una barriga bien nutrida es un cerebro que se sacia de conocimiento e información. 


"Dicen que barriga llena es un corazón contento, pues en el caso de la educación una barriga bien nutrida es un cerebro que se sacia de conocimiento e información. "


Por otro lado, mientras que el transporte público en Finlandia es altamente eficiente, el 75.6% de limeños se movilizan en transporte público y emplean entre 2-3 horas diarias para desplazarse de su casa a su centro de trabajo (Manrique, 2018). Esta diferencia de calidad en transporte explica indirectamente porque los alumnos finlandeses sobresalen. A diferencia de los jóvenes limeños, que salen de su casa con una mala nutrición y tienen que pasar por un ajetreo de horas en las cuales sufren de estrés y ansiedad, llegando así cansados a sus centros de estudio, los finlandeses llegan en un estado mental óptimo para aprender y retener todo lo aprendido.


Un transporte público eficiente impacta positivamente en la motivación del alumno de asistir a clases ya que no solo lo lleva a su destino seguramente, pero también dispone de más tiempo para dormir, pasar tiempo con la familia, leer o ejercitarse, elevando así su calidad de vida.


Fuente: Pasajero7

Por otro lado, un aspecto sociológico crucial es que, en el Perú, la edad promedio en que un joven deja la casa de sus padres es de 29 años (DadaRoom, 2017), mientras que en Finlandia es de 21,9 años (Nafría, 2015). En Lima y la mayoría de la costa peruana los jóvenes crecen en un ambiente de confort en el que tienen que apoyar poco en casa, dejando los quehaceres a los padres de familia o en casos más afortunados a la ayuda de la casa.


En cambio, los jóvenes finlandeses crecen en un ambiente juicioso en el que se les enseña desde pequeños a ayudar en la limpieza del baño, tender su propia cama y ayudar en la limpieza en general de la casa. Esta disciplina es fundamental para que sus jóvenes formen carácter, organización y sobre todo sentido de responsabilidad. Es por eso por lo que terminan dejando “el nido” a una temprana edad, pues ya se sienten con la confianza necesaria para enfrentarse al mundo y construir su propio camino. 


"Esta disciplina es fundamental para que sus jóvenes formen carácter, organización y sobre todo sentido de responsabilidad." 


Debemos seguir mirando hacia afuera y aprender de lo que hacen los mejores, pero también debemos mirar hacia adentro y reflexionar sobre la enseñanza que le damos a nuestros hijos. El futuro de la educación del país no es una tarea unilateral, lo deben construir los padres de familia en la casa, los gobiernos tanto dentro de las aulas como fuera, con más y mejores formas de transporte, y con una mejor alimentación, así como un ambiente seguro para ir al colegio.  

Créditos Imagen de Portada: Asic Americas


El futuro de la educación del Perú no radica únicamente dentro del aula escolar o en replicar modelos exitosos, sino también en construir una cultura enfocada en el desarrollo integral de nuestros jóvenes.


Si bien modelos educativos como el finlandés o el singapurense (líderes en el ranking PISA) demuestran que la valorización del Maestro, un buen sueldo y constante capacitación son clave para mejorar la educación, el salto que debe dar el Perú para lograr estos niveles requiere que se logren muchas cosas más que trascienden el ámbito del aula escolar.  


La respuesta va más allá de la enseñanza en las aulas y radica en aspectos socioculturales que se han enraizado tanto en el ámbito privado como en el espacio público. ¿A qué me refiero? 


Tomemos como ejemplo la educación en Finlandia, considerada una de las mejores del mundo por muchos años consecutivos. En mi experiencia la educación en este país funciona porque todo lo demás también funciona. Es decir, la puntualidad de su transporte público, la enseñanza en casa por los padres y una buena nutrición y salud integral desde pequeños juega un rol fundamental en la educación de los niños.


Fuente: El Confidencial

Imaginemos un chico que se levanta en las mañanas, tiende su cama, prepara el desayuno para él y su familia, y se va al colegio a tiempo. No pierde tiempo en el tráfico, estudia y le dan almuerzo en su institución educativa; en la noche opta por ir al gimnasio, salir con sus amigos y finalmente regresa a su casa. Es una vida completa y no existe peligro alguno que afecte su bienestar, y por ende su capacidad de educarse .


En Finlandia los niños pueden desarrollar todo su potencial ya que el hambre y la desnutrición infantil no existen. En cambio, en Perú, si bien se han hecho excelentes esfuerzos para reducir la desnutrición, aún mantenemos niveles de 12.9% (ENDES, 2017). La nutrición va de la mano con el desempeño y rendimiento de los jóvenes en la escuela. Dicen que barriga llena es un corazón contento, pues en el caso de la educación una barriga bien nutrida es un cerebro que se sacia de conocimiento e información. 


"Dicen que barriga llena es un corazón contento, pues en el caso de la educación una barriga bien nutrida es un cerebro que se sacia de conocimiento e información. "


Por otro lado, mientras que el transporte público en Finlandia es altamente eficiente, el 75.6% de limeños se movilizan en transporte público y emplean entre 2-3 horas diarias para desplazarse de su casa a su centro de trabajo (Manrique, 2018). Esta diferencia de calidad en transporte explica indirectamente porque los alumnos finlandeses sobresalen. A diferencia de los jóvenes limeños, que salen de su casa con una mala nutrición y tienen que pasar por un ajetreo de horas en las cuales sufren de estrés y ansiedad, llegando así cansados a sus centros de estudio, los finlandeses llegan en un estado mental óptimo para aprender y retener todo lo aprendido.


Un transporte público eficiente impacta positivamente en la motivación del alumno de asistir a clases ya que no solo lo lleva a su destino seguramente, pero también dispone de más tiempo para dormir, pasar tiempo con la familia, leer o ejercitarse, elevando así su calidad de vida.


Fuente: Pasajero7

Por otro lado, un aspecto sociológico crucial es que, en el Perú, la edad promedio en que un joven deja la casa de sus padres es de 29 años (DadaRoom, 2017), mientras que en Finlandia es de 21,9 años (Nafría, 2015). En Lima y la mayoría de la costa peruana los jóvenes crecen en un ambiente de confort en el que tienen que apoyar poco en casa, dejando los quehaceres a los padres de familia o en casos más afortunados a la ayuda de la casa.


En cambio, los jóvenes finlandeses crecen en un ambiente juicioso en el que se les enseña desde pequeños a ayudar en la limpieza del baño, tender su propia cama y ayudar en la limpieza en general de la casa. Esta disciplina es fundamental para que sus jóvenes formen carácter, organización y sobre todo sentido de responsabilidad. Es por eso por lo que terminan dejando “el nido” a una temprana edad, pues ya se sienten con la confianza necesaria para enfrentarse al mundo y construir su propio camino. 


"Esta disciplina es fundamental para que sus jóvenes formen carácter, organización y sobre todo sentido de responsabilidad." 


Debemos seguir mirando hacia afuera y aprender de lo que hacen los mejores, pero también debemos mirar hacia adentro y reflexionar sobre la enseñanza que le damos a nuestros hijos. El futuro de la educación del país no es una tarea unilateral, lo deben construir los padres de familia en la casa, los gobiernos tanto dentro de las aulas como fuera, con más y mejores formas de transporte, y con una mejor alimentación, así como un ambiente seguro para ir al colegio.  

Créditos Imagen de Portada: Asic Americas


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